¡Ayúdenme, quiero estar en la cárcel!– En opinión de Abel González Sánchez

En Opinión de : Abel González Sánchez

En la caseta de vigilancia al ingreso del Centro de Reinserción Social de Colima se acercó un joven angustiado para pedirle un favor a un guardia de seguridad del CERESO, le dijo, señor ¡Ayúdeme quiero estar en la cárcel!, ¿Con quién puedo hablar para que me encarcelen?, -Disculpa pero la mayoría quiere salir de aquí- Pero yo quiero estar mejor adentro….es que mi papá me corrió de la casa y mis familiares no me quieren ayudar, nadie me hace caso, no tengo a donde ir a dormir y no tengo trabajo.

Este suceso me lo comentó el Dr. José Abel Saucedo Romero ex Director de los Cereso en la entidad, y es un hecho lamentable y cierto, es un tema de reflexión que vale la pena darlo a conocer a la sociedad colimense constantemente, para que analicemos la gran descomposición familiar estatal y nacional por causa de las adicciones, que provoca vandalismo, la delincuencia y la inseguridad pública, sobre todo por el altísimo consumo de drogas y alcohol que tanto está afectando a Colima.

El joven al que nos referimos era uno de los nuevos adictos cuyos padres no fueron orientados por profesionales de alguna dependencia de salud pública o de seguridad, sus padres y familias simplemente cansados de varios intentos para corregirlo, decidieron mejor mandarlo a la calle como castigo para que cayera al fondo, así existen miles de jóvenes adictos que ni estudian ni trabajan, viven en condiciones lamentables y se dedican a la delincuencia en muchas colonias, diariamente piden dinero, trabajan por ratos, dos o tres veces a la semana por su misma adicción o roban en pequeño para la compra de sus drogas.

Lamentablemente la mayoría de los programas gubernamentales contra las adicciones de los tres niveles; federales, del estado y municipales, no tienen recursos, ni material especializado para orientar ni experiencia para capacitarlos, y menos en donde rehabilitar

a tantos adictos, son realmente apoyos mediáticos, los funcionarios hablan bonito en la radio o en la prensa, pero casi nunca van a las colonias ni a las escuelas en forma permanente, por tal motivo la drogadicción se multiplica en Colima y en el país, ocupamos en la entidad uno de los primeros lugares nacionales en consumo de drogas y alcohol.

Los especialistas aseguran que salir de las adicciones es un problema complejo, no es sencillo y más si la etapa es avanzada, que es cuando los familiares se enteran inducidos por amigos o parejas que la consumen, el camino de la desintoxicación no es fácil y de poco o nada servirán los golpes o el lanzamiento a la calle de los adictos, esto es más bien deslindarse inhumanamente de un problema que les corresponde resolver a la propia familia, porque deben saber los padres que los pueden perder para siempre, porque estos jóvenes entran así a la etapa de la estadística de la prostitución, de los desaparecidos o detenidos o muertos por robo o por homicidio, y de estos hay cientos de internados en los CERESO de Colima, cuyos padres y los jóvenes mismos que no previeron ben a tiempo, muchos otros están desaparecidos.

Por tal motivo urge hacer conciencia a los padres cuyos hijos tienen problemas de adicciones en los diferentes municipios, para que recurran a cualquier centro de salud pública, ojalá también el Imss e Issste contrate a especialistas contra las adicciones debido a que es un conflicto social y nacional de salud pública, y creo que también ya es tiempo que las propias familias y las organizaciones sociales participen, pues es una tarea de todos.

abelglezs@gmail.com