Tres más para terminar Por: Blanca F.Góngora

Por: Blanca F.Góngora

El final de 2020 se acerca y en educación tenemos tres novedades para terminarlo: a) la estrategia (no muy viable) de los Centros Comunitarios de Aprendizaje; b) la noticia de que el Covid-19 sea considerado como enfermedad de riesgo de trabajo para las maestras y los maestros; c) la sorpresa de que Esteban Moctezuma deja la Secretaría de Educación para irse de embajador a Estados Unidos.

Respecto a la primera: los Centros Comunitarios de Aprendizaje (CCA), que aunque no signifiquen un regreso a clases presenciales; aunque los gobiernos estatales podrán tomar decisiones según el color del semáforo; aunque la instalación de ellos les corresponderá a las direcciones escolares con el debido consenso de cada comunidad escolar; aunque la participación en ellos será de manera voluntaria pero con carta responsiva firmada por los padres de familia aceptando su responsabilidad en lo que resultase; aunque se brindarán actividades presenciales de asesoría pedagógica y socioemocional, así como las facilidades para la utilización de equipos y servicios (computadoras, internet, impresoras, TV, etc.) y otras acciones más, considero que en estos momentos la estrategia no es del todo pertinente porque los riesgos de contagio siguen en aumento en la comunidad. Son realidades potenciales de contagio entre alumnos-maestros-familia extendida. Si bien es cierto, la indicación es que en caso de haber algún contagio de covid-19 luego entonces se suspenderán sus actividades, y si esto pasara, segura estoy que todos los involucrados se arrepentirán de haber participado en tales centros. Por último, tampoco los considero viables porque no muy fácilmente habrá maestros voluntarios que quieran arriesgarse, ni los sindicalizados (que tienen prestaciones y servicios médicos) ni mucho menos los otros que no cuentan con nada en caso de enfermedad. Quizá lo más prudente sería mantener la calma, eliminar todo riesgo de contagio y una vez pasada la tormenta, cuando ya no haya peligro, volver a las escuelas.

b) El que el covid-19 sea considerado como enfermedad de riesgo de trabajo para las maestras y los maestros (con efectos a partir de cuando reinicien clases presenciales) es un derecho bien merecido para el magisterio, ya sea como resultado de un logro sindical o porque el presidente de la república le haya aceptado al actual secretario de educación hacer ese reconocimiento al magisterio; como sea que haya sido, los maestros se merecen eso y más; por ahora tendremos que esperar para conocer a fondo sobre ese reconocimiento pues la información, al momento que escribo este texto, se reduce sorprendentemente a un post en Twitter.

c) El hecho de que Esteban Moctezuma deje la Secretaría de Educación sí asombró al sector magisterial pues algunos docentes hasta llegaron a pensar que sí era auténtico y sostenido su interés en la educación. Lo ideal hubiera sido tener un capitán de barco que estuviera dispuesto a darlo todo hasta el final del proyecto, incluso en las fuertes tempestades, alguien que como en las películas e incluso en plena inundación se quedara hasta al final y no se cansara de gritar «primero los niños», que acompañara todo el trayecto, que conociera el “antes”, luchara a plenitud en el «durante», sin dejar de construir para el después, pero al parecer esta vez lamentablemente tampoco sucedió así, veremos qué pasa el resto del sexenio, quizá la suerte sea tan grande que el/la siguiente sea ahora sí alguien de formación y vocación docente. Por ahora el año se fue y desde mi «Pupitre al Fondo» no me queda más que agradecer su tiempo cuando me leen o cuando me escriben, aprovecho para desearles unas fechas navideñas plenas de paz y salud y si Dios lo permite, nos volvemos a leer en enero.