Incendio devasta más de 100 hectáreas en Parque Nacional de Uruapan

El daño que se registra por el fuego es incalculable por las afectaciones a fauna nativa desde aves, mamíferos y reptiles

Unas 100 de las casi 450 hectáreas que componen el área natural protegida de la zona de montaña del parque nacional “Barranca del Cupatitzio” han sido consumidas por un incendio forestal en las últimas 24 horas, conflagración que hasta la tarde de este martes se consideraba fuera de control.

Los daños son incalculables, pues además de la pérdida de masa forestal, el sitio representa un oasis para la conservación de flora y fauna ante la expansión de la mancha urbana, así como de la frontera agrícola, principalmente plantaciones de aguacate, siniestro que era combatido por al menos 100 brigadistas oficiales y voluntarios.

Librado Martínez Carranza, Secretario de Medio Ambiente en el municipio, informó que la zona de montaña se ubica hacia el lado este de la ciudad y colinda con la zona boscosa de la comunidad indígena de Nuevo San Juan, cuyas autoridades comunales permanecen en alerta ante el riesgo de que el fuego se extienda hacia esa micro-región que comprende unas 11 mil hectáreas dedicadas a la explotación silvícola sustentable.

Precisó que el fuego inició este lunes por la mañana en una zona arbolada colindante con la colonia Lomas del Rosario. “No era espacio del área natural protegida, sin embargo, las llamas se propagaron rápidamente hasta esta zona que se caracteriza por la gran concentración de material orgánico, tanto en espacios de mal país con abundantes matorrales, así como bosques, lo que se traduce en fuego rasante principalmente y muy poco a nivel de copa de los árboles”, dijo.

El daño que se registra es incalculable por las afectaciones a fauna nativa desde aves, mamíferos y reptiles. “En las últimas 24 horas los brigadistas de la Conafor, Cofom y del municipio, así como bomberos voluntarios han realizado al menos cinco brechas cortafuego, pero lo agresivo de las llamas han traspasado estos diques y oficialmente hasta este momento (ayer) se considera un siniestro fuero de control”, precisó Martínez Carranza.

Debido al riesgo alto de quedar atrapados en el fuego, el combate es limitado para no exponer la vida de los brigadistas y la lucha se centra en seguir fortaleciendo nuevas brechas corta-fuego en las zonas que así lo permite la escabrosa geografía del terreno, sin que por el momento existan elementos para asegurar que el inició de este fuego fue intencional o accidental en el citado límite de la mancha urbana.

Igualmente se analizará que posibles fallas ocurrieron en el plan preventivo contra incendios forestales en el área natural protegida del parque nacional cuyas afectaciones, hasta la semana pasada en esta temporada de estiaje, eran de apenas unas 20 hectáreas contra las 80 que se reportaron el año pasado.

Esta exuberante masa forestal se ubica en lo que fue un antiguo corredor biológico desde la parte sur de la meseta purépecha hasta el Pico de Tancítaro, región que durante las últimas décadas ha sido objeto de cambios de uso de suelo, principalmente para el establecimiento de huertas de aguacate.

De esta forma el área natural protegida del parque nacional, junto con la zona boscosa de casi 12 mil hectáreas de bosques de la comunidad indígena de Nuevo San Juan, representan los dos sectores forestales más importantes en esta zona intermunicipal.

Esta zona de montaña se maneja bajo lineamientos estrictos ordenados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), incluso los procesos de recuperación en zonas afectadas por incendios no se incluyen campañas de reforestación con intervención de hombre pues la mayor parte de esta zona se recupera a través de la germinación natural. El manejo ambiental en general es muy estricto para espacios naturales con estas características, incluso no está permitido el ingreso de personas a una gran extensión para su conservación natural.

Los incendios en estos predios representan un gran daño pues no solamente se afectan árboles de renuevo o adultos, así como matorrales y hojarasca, se afecta también la fauna nativa desde serpientes de cascabel, hasta ratones de campo, armadillos, aves y otras especies, incluidas algunas endémicas.

Además, esta zona forestal es muy importante para el proceso de recarga de los mantos freáticos que dan vida al río Cupatitzio, fuente vital para el abasto de agua de Uruapan, cuyos escurrimientos también se aprovechan para labores agrícolas al sur del municipio en los límites con el vecino municipio de Gabriel Zamora.